Tal y como informa El Siglo, la Federación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud (Fenpruss) llevó a cabo un paro nacional los días 2 y 3 de octubre en conjunto con otros gremios, en busca de asegurar la continuidad del personal de refuerzo COVID contratado a honorarios. La movilización se desencadenó en respuesta a la negativa del Gobierno, generando manifestaciones en todo Chile en las que participaron activamente dirigentes, socios y socias de la organización.
Durante las jornadas de paro, las protestas se llevaron a cabo frente a hospitales en diversas ciudades del país, incluyendo marchas multigremiales. En Santiago, dirigentes nacionales y bases locales se unieron a manifestaciones y sostuvieron una reunión con autoridades de los ministerios de Hacienda y Salud, quienes confirmaron la decisión gubernamental de proceder con los despidos.
Aldo Santibáñez, presidente nacional de Fenpruss, expresó su decepción ante la falta de flexibilidad del Gobierno y reafirmó el compromiso de la organización para evitar los despidos. «Como Fenpruss no vamos a bajar los brazos, continuaremos haciendo todos los esfuerzos para que el personal de refuerzo, que hoy cumple funciones esenciales en cada servicio, se mantenga por el bien de la salud pública«, enfatizó.
Así como también informa Prensa Latina, a pesar de la resistencia gubernamental, la movilización logró revertir algunas desvinculaciones programadas para finales de septiembre en algunos servicios de salud. Frente al anuncio del Ministerio de Salud de no intervenir en las decisiones locales sobre la retención del personal, varios servicios optaron por suspender los despidos al menos hasta octubre.
Ante esta situación, Fenpruss continuará con las movilizaciones y conversaciones, centrando su atención en el debate de la Ley de Presupuesto 2024. La disposición transversal de parlamentarios es clara: no permitirán despidos en el personal de salud y condicionarán la aprobación del presupuesto a la continuidad de los honorarios COVID.
En paralelo, la Confederación FENATS Nacional inició un paro en protesta por el despido de miles de trabajadores contratados a honorarios durante la emergencia del COVID-19. La movilización, que destaca la crisis de la salud en general, busca resaltar no solo la reincorporación de los despedidos, sino también la mejora de las condiciones laborales para los trabajadores y trabajadoras de la salud.
Karen Palma, presidenta de la FENATS Nacional, señaló que la movilización refleja la crisis en la salud y destaca problemas en la gestión de la atención a los pacientes y en las condiciones laborales del personal. Margarita Araya, presidenta de la Confederación Democrática de Profesionales Universitarios de la Salud (Confedeprus), se sumó a la preocupación por las condiciones laborales y su impacto directo en la calidad de la salud.
La ministra de Salud, Ximena Aguilera, respondió a la movilización destacando las preocupaciones sobre la discontinuidad de la atención de pacientes y la necesidad de ajustar el sistema a los recursos disponibles para fin de año. Aguilera también enfatizó en los anuncios del Presidente Boric sobre la asignación de mayores recursos para la contratación de funcionarios, reiterando la voluntad de dialogar con las organizaciones de trabajadores de la salud para abordar sus demandas. La reunión está programada para mañana a las cuatro de la tarde.